Pesquisar este blog

quarta-feira, 3 de fevereiro de 2010

Anocheciendo febrero


Ahora es una tarde bellísima de tres de febrero, escribo para ti para contarte como estoy y que me esta pasando.
Hoy fue un día distinto, mi hermana me llamo por la mañana diciéndome que no va más regresar al banco, que su contracto fue revocado. Y sabes, eso me preocupa mucho. Caminé hoy por las calles calientes con la calma de no tener nada que hacer después que volví del trabajo. Escuché canciones pero nada me hace parar de pensar.
Otra cosa que me lastima y duele en mi pecho es una conversa que tuve con mi pareja y hoy hace un mes que estoy, o estabas, aun no lo sé, con esa persona que ya hablé a ti en cartas anteriores.
Hasta en la hora de despedirnos, fue todo maravilloso. Caminamos por las calles en ese día que todo el mundo trabajas, pero nosotros tomábamos jugo, yo, de naranja con acerola y polvo de guaraná, mi pareja un jugo de limón bien helado. Fuímos en unas tiendas que venden libros, cd’s, discos, todos viejo. Platicamos mucho, así como me gusta. Compré en una tienda que venden cositas para casa, un adaptador de energía. Supe que el amor es tan distinto en una persona y en otra, creo que nadie puede conocer precisamente los sentimientos que no partan de su propio corazón, solamente tu puedes hacer justicia con sus sentimientos íntimos, nadie podes juzgarlos. Pero creo que hablo demasiado y no sé amar como las personas quieren. Creo que hoy no es un buen día para mí, quiero quedar en oscuro, escuchar canciones hasta quedar dormido. Necesito tanto de hablar con alguien que me entiendas como tu, por que solamente tu, va entender lo que me preocupa, mis miedos y mis preocupaciones.
Hago las personas sofrieren y eso me duelan tanto, lo que puedo ofrecer no es lo bastante y tampoco suficiente. Estoy tan confuso, tan triste, y ahora dejo que ella caen por mi cara, por mis cicatrices, dejo que ellas invaden mi ser por que pienso que necesito dejarlas pasearen.
Traigo en mis bolsillos dos dulces una con sabor de piña y la otra de fresa, iba regalar, pero no dio tiempo.
Sabes, ni sé como estoy escribiéndote, pero sé que si no haría no me aguantaría de tanta tristeza.
Estas anocheciendo, y la caída de la tarde es tan silenciosa desde aquí, por la ventana se ve un cielo azul muy claro, multicolores de naranja y gris, un amarillo bien flaco, que en el horizonte se va.
No sé que pensar, no se como viviré, aunque los días pase, no se mirar el futuro desde mi ventana, por ahora. Ayúdame a mirar la vida con otros ojos.

Um comentário:

  1. Aiai...adorei isso.

    Mas toda carta dizem que esperam resposta.
    Eu escrevi 10 cartas de amor, nunca recebi uma de volta. Algumas vezes, isso me matou, n'outras...aceitei que a vida é assim mesmo.
    Mas ainda assim, esperei por um tempo. Iludida, esperançosa. Soube, pela boca do proprio destinatário que ele foi "obrigado" a se desfazer delas. Morri um pedaço, mas renasci pra outras coisas.
    Obrigado por ser tão sincero e escrever sem esperar algo em troca, ao menos , eu acho.

    ResponderExcluir