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domingo, 22 de setembro de 2019

A) Martín Fierro - Preguntas y respuestas

Según Jorge Luis Borges, casi todo el Martín Fierro está en primera persona, hecho capital para el poema.
Para Borges, “Fierro cuenta su historia, a partir de la plena edad viril, tiempo en que lo está buscando la vida. (…) Su tema no es la imposible presentación de todos los hechos que atravesaron la conciencia de un hombre, ni tampoco la desfigurada, mínima parte que de ellos puede rescatar el recuerdo, sino la narración del paisano, el hombre que se muestra al contar”.
Para Borges, Hernández escribió Martín Fierro para denunciar injusticias locales y temporales, pero en su obra entraron el mal, el destino y la desventura, que son eternos.

A partir de esas consideraciones teóricas:
a) explica la importancia del narrador en primera persona para la narración de la vida de Martín Fierro, reflexiona sobre la elección de este recurso estilístico;
b) explica por qué el gaucho Martín Fierro es reclutado para luchar en las fronteras;
c) destaca alguna injusticia social sufrida por Fierro a lo largo de sus aventuras;
d) explica cómo el gaucho Martín Fierro y Cruz se vuelven amigos;
e) diserta sobre la payada de contrapunto en La vuelta de Martín Fierro, menciona quién desafía a Fierro, el porqué del desafío y quién vence.


a) Es posible observar en todo poema narrativo la fuerte presencia personal del narrador, así como dice Borges, “Fierro cuenta su historia, a partir de la plena edad viril, tiempo en que lo está buscando la vida”. De esa manera la importancia del narrador en primera persona se basa en hechos “reales” de su vida, que los canta “al compás de la vihuela”, así Martín Fierro se presenta, primera parte, canto I: Aquí me pongo a cantar / al compás de la vigüela,/ que el hombre que lo desvela / una pena estrordinaria, /como la ave solitaria / con el cantar se consuela.
El narrador en primera persona construye un efecto de “realidad” o sea, se consigue una verosimilitud más alcanzable, pues demuestra ser un testigo ocular, hechos vividos por él, traídos con ayuda de la memoria y de los santos del cielo, de ese modo compone versos ordenados que desarrollan su vida en una historia cantada. Además, es posible entender que la elección de este recurso estilístico es intencional, para establecer ese posicionamiento personal, pues “la narración del paisano, el hombre que se muestra al cantar” es el Martín Fierro: “Pido a los Santos del Cielo / que ayuden mi pensamiento, / les pido en este momento / que voy a cantar mi historia / me refresquen la memoria / y aclaren mi entendimiento. / Vengan Santos milagrosos, / vengan todos en mi ayuda, / que la lengua se me añuda / y se me turba la vista; / pido a mi Dios que me asista / en una ocasión tan ruda”.
Luego, la importancia el uso de un narrador en primera persona es responsable por registrar las percepciones del paisano: “Yo he conocido esta tierra / en que el paisano vivía” (canto II), compuesta por “el mal, el destino y la desventura”, “Ninguno me hable de penas, / porque yo penado vivo, / y naides se muestre altivo” (canto II), rellenada de características propias que incluye sus costumbres, su manera de hablar, su tierra, su forma de vida, además de “denunciar injusticias locales y temporales”. De ese modo es posible entender los versos primeros del canto I: “Yo no soy cantor letrao / mas si me pongo a cantar / no tengo cuando acabar / y me envejezco cantando”, “Soy gaucho, y entiéndanlo / como mi lengua lo esplica / para mi la tierra es chica / y pudiera ser mayor; ni la víbora me pica / mi quema mi frente al sol”.

b) Para entender el motivo que el gaucho Martín Fierro es reclutado para luchar en las fronteras tenemos que empezar por los finales del canto II que narra su vida anterior para entender el sucedido: Martín Fierro es reclutado para luchar en las fronteras “por la persecución de un juez” (canto XXX).
Como narra en los finales del canto II la vida del paisano Martín Fierro y sus compañeros era buena: “Ricuerdo ¡qué maravilla! / cómo andaba la gauchada, siempre alegre y bien montada / y dispuesta pa el trabajo;”, “Y ansí, pues, muy grandemente pasaba siempre el gauchaje.”, “Venía la carne con cuero, la sabrosa carbonada, / mazamorra bien pisada, / los pasteles y el güen vino…”.  Pero, con toda esa instancia de trabajo y alegría no bastaba, el destino vino para acaba con esto: “pero ha querido el destino / que todo aquello acabara”, “lo mandan a la frontera / o lo echan a un batallón” (canto II).
El canto III empieza recuperando como era la vida de Martín Fierro y sigue narrando como fue sirviendo en la frontera: “Tuve en mi pago en un tiempo / hijos, hacienda y mujer, / pero empecé a padecer, / me echaron a la frontera”. Los versos siguientes, del mismo canto, especifica el por qué el gaucho es reclutado, o sea, porque le quiso el juez: “Cantando estaba una vez / en una gran diversión; / y aprovechó la ocasión / como quiso el juez de paz. / se presentó, y ahí no más / hizo una arriada en montón”. No solo fue Martín Fierro reclutado, aunque muchos otros “lograron escapar”, pero él no quiso disparar, pues “soy manso y no había por qué; / muy tranquilo me quedé / y ansí me dejé agarrar”.
De ese modo, “formaron un contingente / con los que en el baile arriaron” y el Juez miró a Martín Fierro “en la última votación” y le dice que “… servía /a los de la esposición”. Asi Martín Fierro fue reclutado, con los demás compañeros, a servir a la frontera, sufriendo “ese castigo / tal vez por culpas ajenas”.

c) De muchas injusticias sociales sufrió Fierro a lo largo de sus aventuras, pero las primeras se pueden conocer por las arbitrariedades en la frontera. En el canto tercero se nota: “Al principio nos dejaron / de haraganes criando sebo, / pero después… no me atrevo / a decir lo que pasaba. / ¡Barajo!... si nos trataban como se trata a malevos”.
Es posible observar cómo eran tratados los paisanos, los gauchos reclutados, trabajaban mucho y no le pagaban: “!La pucha, que se trabaja / sin que le largen ni un rial!”, además sufrían malos tratos sin necesidad: “Y aunque usté no hiciera nada, / … / le daban cada cepiada / que lo dejaban enfermo”.
Tales injusticias eran sufridas por todos, incluso Fierro, pero aquí hay de destacar una que se cometió a él. Se narra a partir del canto IV – “cuando se anunció un salario / que iban a dar, o un socorro; / pero sabe Dios qué zorro / se lo comió al comisario”. Fierro no recibió su salario, pues no estaba en la lista de pago, dos años llevaba trabajando y la codicia e injusticia lo tocó. Así dice Fierro: “Tal vez mañana / acabarán de pagar” y se lo contestó el mayor: “- Qué mañana ni otro día” … “La paga ya se acabó, / siempre has de ser animal.”
Los versos siguientes, demuestran la injusticia social sufrida por Fierro y su condición de sirviente: “Se le pusieron los ojos / que se le querían salir, / y áhi no más volvió a decir / comiéndome con la vista:/ “-¿Y qué querés recebir / si no has dentrao en la lista?”. “-Este sí que es amolar”, / dije yo pa mis adentros, / “van dos años que me encuentro / y hasta áura he visto ni un grullo; / dentro en todos los barullos / pero en las listas no dentro”. “Vide el plaito mal parao / y no quise aguardar más... / Es güeno vivir en paz / con quien nos ha de mandar, y, reculando pa trás, / me le empezé a retirar”. Luego, el narrador apunta la injusticia expresando rabiosamente: “!Ah hijos de una!... ¡La codicia / Ojála les ruempa el saco!”, de esa manera demuestra las vicisitudes sufridas, como sigue: “Ni un pedazo de tabaco / le dan al pobre soldao, / y lo tienen, de delgao, / más ligero que un guanaco”.

 d) En el canto IX se puede entender cómo el gaucho Martín Fierro y Cruz se vuelven amigos.
Estaba Martín Fierro solo y triste en el campo, pasando las noches enteras a contemplar las estrellas, “sin tener más compañía / que su soledá y las fieras”. Escucho un grito de un ave y muchos jinetes a aproximar, se vio en peligro y se puso atento, era la policía a perseguirlo: “… aquí está la policía / que viene ajustar tus cuentas”.
El canto describe la lucha que Martín Fierro tuvo con la policía y después de tener matado casi todos sintió en las costillas un sable a apuntarle, y en ese momento “la sangre se me heló.”  Era Cruz, que iba a matarle, pero un gaucho gritó a Cruz: “!Cruz no consiente / que se cometa el delito / de matar ansí un valiente!”. En seguida Cruz y Fierro estaban luchando juntos: “Y áhi no más se me aparió, / dentrándole a la partida”, volviéndose amigos.
Más adelante, en el cuento XII, se puede afirmar que Fierro y Cruz se volverían amigos después de ese episodio, como se canta en los versos: “Ya conoce, pues, quién soy;/ tenga confianza conmigo;/ Cruz le dio mano de amigo / y no lo ha de abandonar. / Juntos podemos buscar / pa los dos un mesmo abrigo”.

e) La payada de contrapunto empieza en el canto XXX, pero en el anterior se anticipa el desafío que Moreno provoca a Martín Fierro. Después de contar Picardía su historia, todo se quedó en silencio, y “el presumido cantor”, “se sentó con toda calma / echó mano al estrumento / y ya le pegó un rajido; / era fantástico el negro”, de ese modo “todo el mundo conoció / la intención de aquel moreno: / era claro el desafío / dirigido a Martín Fierro”. “y ansí cantaron los dos / en medio de un gran silencio” (canto XXIX).
Por todo el canto XXX se va a desarrollar el cantar de contrapunto entre Moreno y Fierro. Por primero comienza Fierro alabando los cantores, diciendo sus deberes y el coraje de aceptar el desafío: “A un cantor le llaman bueno, / cuando es mejor que los piores”, “Es deber de los cantores / el cantar de contrapunto”, “El hombre debe mostrarse / cuando la ocasión le llegue / hace mal el que se niegue / dende que lo sabe hacer”.
El moreno va contar su vida, cantando que su madre tuvo diez hijos y el dolor de aquellas que pierden sus hijos, más adelante también canta sobre las almas que han muerto y que pide oraciones y todo eso se lo hace contestando a Fierro, hasta que termina y le da su licencia para que Moreno empieza a preguntarlo.
El lector no entiende muy bien que está pasando, pero después que Moreno pide a Fierro explicaciones sobre el tiempo, la medida, el peso y la cantidad y Fierro se lo contesta prontamente, Moreno demuestra a lo que vino: “no solo jué por cantar, / sinó porque tengo a más / otro deber que cumplir” e en seguida va a recordar que su madre tuvo diez hijos y que el primero, lo más querido, murió asesinado “por injustos modos, a manos de un pendenciero”.
De ese modo es posible inferir que el negro que Fierro mató en el pasado a frente de su amada (canto VII) era el hermano de Moreno, que ahora lo canta y espera en Dios que se arregle cuentas como es debido. Fierro a darse cuenta del motivo que Moreno lo desafió canta: “Y ya que nos conocemos, / basta de conversación”, eses dos versos nos pueden afirmar la inferencia.
Adelante, sigue Fierro, pues “todos tienen que cumplir / con la ley de su destino” y recordará de su vida enumerando sus hechos: “primero fue en la frontera / por persecución de un juez, / los indios fueron después, / y, para nuevos estrenos, / ahora son estos morenos / pa alivio de mi vejez”, en seguida no acepta el desafío pues: “yo ya no busco peleas / las contiendas no me gustan”.
El próximo canto, XXXI, narra que “después de estas palabras, / que ya la intención revelan, / procurando los presentes / que no se armara pendencia, / se pusieron de por medio / y la cosa quedó quieta”, de ese modo “Martín Fierro y los muchachos, / evitando la contienda, / montaron y paso a paso / como el que miedo no lleva”, se marcharon.
Luego, se intentó aclarar, basado en el texto, que quién desafía a Fierro es el Moreno, hermano del negro muerto, y por qué se lo desafió fue por ganas de arreglar el pasado, o sea, pelear con el asesino de su hermano, y quién vence es nadie, pues la contienda no se instaló, pues Fierro huyó.
Pero se puede leer el final con otra posibilidad, si es el último a cantar el ganador, se puede decir que fue Fierro que lo ganó, mismo no queriendo pelear por su honor: “Y por lo visto no acabo / de salir de esta jarana; / puesto esto es lo que se llama / remarchárselé a uno el clavo”.

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